
Despierto por la luz que entraba por la ventana de mi habitación, abriendo un ojo me doy cuenta que estoy boca arriba, doy vuelta. De Lado comienzo a pensar
en este día domingo. Como todos los domingos me gusta dormir un poco mas de la cuenta.tradición. De chico me gustaba levantarme temprano para disfrutar de ese día
sentía que la luz del sol era distinta el Domingo, y aún lo sigue siendo.
Desde mi cama podía sentir el aroma que me decía que algo ardía en el parrillero. Así de la nada comencé a pensar cual es el domingo que más recuerdo con lujo de detalles.
Desde que nací pasaron al rededor de 8.030 días de los cuales 1147 fueron domingos!!!
No pensé que iba a ser tan complicado hacer tanta memoria, tantos domingoooosss!
Primer recuerdo de un día domingo....... creo que fue para el día del niño. Ese día luego de almorzar el típico asado a la parrilla, por la tarde llegamos a un lugar alejado de la ciudad
donde había mucho verdeeeee. Mucho espacio para jugar, Debajo de unos árboles estacionaron los automóviles y la pelota empezó a rodar.... Era el regalo del día del niño de mi hermano menor.
Trato de pensar un poco más y no recuerdo que me regalaron por ese día.... SI! fue un conjunto deportivo de un famoso club deportivo de fútbol el cual no era fanático. En ese momento fue
grato recibir un regalo. creo que mis padres lo hicieron para incentivar el deporte en mi vida.
Regale amor, regale juegue tes, regale amor, regale cariño, regale juguetes para el día del niño!!! es un horror que una juguetería tenga este determinado slogan. No así sigo sintiendo cosquillas cuando paso
por una juguetería, ganas de pasar horas jugando sin preocuparme demasiado por el mundo. De tanto pensar a veces me dan ganas de volver a ser un niño sin preocupaciones. Era otro tiempo, era responsable
solo de ir al colegio, de tender la cama por las mañanas, cepillarme los dientes, de ir a visitar a mis amigos.
Esos días del niño se terminaron cuando mi abuelo cumplió 80 años, zarpado! Lo recuerdo muy bien, fue un día domingo. Una gran fiesta se venía engendrando desde semanas en el seno familiar. Ese día mi abuelo vio gente que en su vida había visto como mucho dos veces.... el poder de la Internet hizo que muchos aparecieran. Ese día estaba atento a mi vestimenta para la fiesta, que nada me faltara por que mi madre se iba ausentar de mi casa
horas antes que comience la celebración. Estando en casa ya preparado para ir al salón, sentado en el sillón escuchando el tic tac del reloj, me dí cuenta que era mi día......
El tiempo se detuvo, una sensacion casi indescriptible. Una mezcla de calor, vergüenza, odio, remordimiento, envidia. Tanto escandalo por un cumpleaños!!!! y donde esta mi regalo?
Aun con el tiempo detenido, alisado en el tiempo, autocuestione, es mi día?. Escalofrío sentí por mi espalda, la sensacion de darme cuenta de que ya no era un niño, además había asociado la celebración de la niñez con la porquería que es
el consumismo masivo....
Haciendo cuentas ese día tenía trece años.... un adolescente. Si no me falla la memoria a partir de ese día esos cuestionamientos se hicieron cotidianos. El ser y no ser. Se me complicaba todo, que hago ahora con esto... pensaba?
Debería reclamar algo? quien me sacó eso tan lindo que se vive en la niñez!!!?. Que drama!!!
Viendo hacia atrás, y aprendiendo de la cosas cotidianas, no tengo porque reclamar por que aun sigo teniendo esos arranques de niño malcriado. Nadie me sacó nada, mis recuerdos están presentes. Y tuve una infancia feliz
llena de colores, juegos, risas, y amigos. Hoy me acordé que es bueno dejar salir a ese niño rebelde que se encuentra en el recuerdo de mis padres, sólo para verlos feliz.
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